martes, 20 de octubre de 2015

¿QUÉ SIGNIFICA SER FUERTE EN LA VIDA? LA GUÍA DEFINITIVA


Ser fuerte
Lo blando es más fuerte que lo duro; el agua es más fuerte que la roca, el amor es más fuerte que la violencia. ( Hermann Hesse )
Si eres de los que piensas que ser fuerte significa no tener que pedir nunca ayuda, ni llorar, ni equivocarse…Si crees que ser fuerte significa ser duro como una piedra, o que nada te afecte, o ser perfecto…pues te recomendamos la siguiente lista que hemos ido recopilando durante estos años en nuestra consulta. Son las balas de artillería que hemos utilizado para reestructurar el concepto que mucha gente tenía sobre lo que significaba ser fuerte (y que tanto daño les estaba haciendo). Además te las dejamos con algunos links para que profundices sobre el tema. Nadie dice que sea fácil pero oye, te garantizamos que si eres capaz de asimilar y aprender todos estos puntos si que vas a ser realmente fuerte en la vida, y mejor aún, vas a ser mucho más feliz.
85 definiciones sobre las personas fuertes2. Saben que cuando más se aprende es ante la adversidad.3. No se desaniman ante las decepciones y si lo hacen, se dan un tiempo y dedican todos sus recursos a recuperarse.4. No dependen de nada ni de nadie para llegar a ser feliz, tienen muy claro que es algo que depende 100% de ellos mismos.5. Se adaptan al cambio, no se quedan quejándose de lo ocurrido y enseguida buscan opciones.6. Ven los problemas como oportunidades.7. No tienen miedo a la crítica, ni al qué dirán, ni a que los demás no les acepten.8. No tienen miedo a decidir y por lo tanto no tienen miedo a tomar decisiones equivocadas.9. Poseen una gran autoestima, se quieren, se aceptan, se comprenden, se animan…y saben que esta autoestima se aprende ( y mucho)10. No se culpan por sus errores pasados. Analizan muy objetivamente el error, se responsabilizan de ello, los aceptan y aprenden de lo ocurrido.11. No son perfeccionistas, son optimalistas.12. Saben que cambiar no es fácil pero se puede si uno pone de su parte y lucha por ello.13. No tienen nada que demostrar a nadie. Y sobre todo, no tienen que demostrar que son fuertes a absolutamente nadie.14. Saben parar cuando lo necesitan… y descansar en épocas de estrés.15. Primero se cuidan a ellos para luego poder cuidar a los demás. Una regla fundamental de la gente fuerte.16. Tienen como todo el mundo épocas malas. Pueden sentirse débiles pero lo comprenden, se dan tiempo, se curan y crecen hasta que de nuevo se encuentran bien y son aún más fuertes.17. No se quejan ni caen en el victimismo.18. No necesitan machacar, ni humillar, ni despreciar a los demás para sentirse más fuertes.19. No necesitan poder, ni estatus, ni dinero, ni posesiones para sentirse fuerte.20. Saben priorizar lo que realmente es importante en sus vidas y no se dejan llevar por urgencias constantes. Son constructores, no apagafuegos.Robert_frost_ser_fuerte
21. Tienen muy claro que las emociones negativas (estrés, miedo, ansiedad…) son emociones útiles. Y saben gestionarlas para que sean útiles.22. Saben decir que NO y poner límites sanos en las relaciones con los demás. Son asertivos.23. No reaccionan al miedo ni toman decisiones debido a él. Son muy conscientes de sus miedos pero saben que la única forma que desaparezcan consiste en enfrentarse a ellos.24. Saben que la filosofía ganar-ganar con los demás es la mejor de todas también y también saben que sólo alguien fuerte es capaz de ceder para poder ganar.25. Se sienten libres, con mente abierta y sin miedo a vivir nuevas experiencias.26. No se resignan ni se irritan ante la realidad y sus circunstancias, las aceptan por duras que sean y buscan siempre opciones. A veces aceptar no es fácil, por eso se dan tiempo hasta que lo consiguen.27. Disfrutan de la vida y saben oxigenarse, relajarse, divertirse…28. Tienen muy claro que no son robots y a veces se equivocan, tienen fracasos, bajones, toman malas decisiones…No pasa nada, se comprenden, aprenden y crecen de sus errores.29. No ven en los obstáculos una fuente de problemas, descubren en ellos la oportunidad de superarse y enfrentarlos con valentía.30. Saben que caerse está permitido, lo importante es aprender a levantarse.31. Siempre aprenden de los errores, de los fracasos o de las críticas (a veces les lleva su tiempo pero lo suelen conseguir)32. La gente fuerte tiene muy clara esta frase: “Señor, dame fuerzas para cambiar todo aquello que pueda cambiar. Serenidad para aceptar todo aquello que no pueda cambiar. Y sabiduría para distinguir una cosa de la otra.”33. Son optimistas y poseen una gran fortaleza psicológica, la esperanza.34. No se hacen los fuertes, si no están bien lo admiten.35. Suelen tener una gran perspectiva ante las situaciones difíciles y saben ver mucho más allá del problema.36. Se permiten tener heridas emocionales tras una pérdida, un fracaso o un rechazo. Pero también saben que están heridas se curan con tiempo y paciencia.37. Son muy conscientes de sí mismos y no se autoengañan.38. Saben relativizar sus problemas a través de la fortaleza del sentido del humor.Y también sé lo importante que es en la vida no necesariamente ser fuerte, sino sentirse fuerte39. Aprenden, siempre aprenden. SIEMPRE.40. Son muy luchadores pero siempre aceptando sus límites y hasta donde pueden llegar.41. Saben reconocer sus errores y rectificar si es necesario.42. La gente fuerte expresa sin temor lo que piensa pero también escucha desde la empatía a los demás.43. No ven el futuro como algo incierto sino como una oportunidad.44. Saben amar con plenitud, sin miedos ni dependencias y si tienen que dejar una relación pues la dejan. Puede que lo pasen mal pero se recuperarán.45. Son resilientes.46. Son ellos mismos, sin armaduras ni escudos protectores. No necesitan protegerse de nada.47. Son conscientes de sus actitudes negativas ante la vida y hacen todo lo posible para trabajarlas y mejorar con el tiempo.48. Tienen muy claro que ellos son responsables de sus emociones, de las de nadie más.49. Utilizan una gran fortaleza psicológica, la persistencia.50. Saben que para aprender a ser fuerte paradójicamente hay que aprender a ser débil.51. Hacen todo lo posible por ser felices. Y lo suelen lograr porque saben que está todo en sus manos.- ¿Un hombre puede ser valiente cuando tiene miedo?, preguntó Bran después de meditar un instante. - Es el único momento en que puede ser valiente?, dijo su padre.52. No son fríos ni sin emociones, la gente fuerte es muy inteligente emocionalmente. Es decir, utilizan sus emociones a su favor, no en su contra. Y si hay que llorar se llora, y si hay que enfadarse, pues también.53. No son mandones, ni agresivos, ni siquiera fuerzan su liderazgo.54. Aceptan sus debilidades y vulnerabilidades.55. Saben que llorar solos o acompañados es a veces fundamental para seguir hacia adelante.56. Ante la pérdida la gente fuerte asume que hay dolor y que se necesita llorar.57. Son flexibles y tolerantes con ellos mismos, con sus valores, con sus metas, con los demás, con la realidad…No tienen “Deberías”58. Saben que el fracaso es algo que siempre puede ocurrir, por eso están muy preparados para aceptarlo cuanto antes e intentar aprender siempre de él.59. No se sobrestiman ni subestiman a los demás.60. No son egocéntricos, ni prepotentes, ni soberbios, ni sobrados…son simplemente fuertes.61. Su vida y sus decisiones las basan plenamente en sus valores y en su ética personal.62. Saben lo que quieren y lo que es realmente importante en su vida, y si tienen dudas se paran el tiempo que haga falta y reflexionan hasta averiguarlo.63. Utilizan el enfado como una emoción amiga y aliada.64. No odian.65. Saben que en esta vida “sólo” controlan dos cosas, a ellos mismos y a su presente. Sabiendo esto son capaces de ir hasta el fin del mundo.66. No reaccionan ante la vida porque son muy proactivos.67. Son valientes pero también saben que para ser valientes, primero hay que tener miedo.68. Piden ayuda y se apoyan en los demás si lo necesitan.69. Quieren crecer como persona, aprender, mejorar, evolucionar…70. Se hablan todo el tiempo bien, recordando sus éxitos, sus fortalezas, sus avances..Quería que vieras lo que es realmente el valor, en lugar de tener la idea de que el valor es un hombre con un arma en su mano. El verdadero valor es cuando sabes que tienes todas las de perder, pero emprendes la acción y la llevas a cabo a pesar de todo. Raramente ganas, pero algunas veces lo logras.71. Si tienen un problema saben que el primer paso es definirlo bien, luego analizar todas las posibles soluciones y finalmente ponerlas en práctica hasta tener éxito.72. Tienen siempre un plan A. Y si no funciona tiene un plan B, C,D ,E,F…y así hasta dar las vueltas que sea al abecedario.73. No buscan la venganza porque saben que eso les debilita.74. Nos gastan fuerzas, ni recursos, ni capacidad dándole vueltas al pasado y preocupándose por el futuro. Dedican todas sus energías a su presente. Practican el mindfulness.75. Tienen la sensación de que deciden en su vida.76. Pueden ser altos o bajos, guapos o feos, jóvenes o ancianos, ver o ser ciegos, andar o ir en silla de ruedas, extrovertidos o introvertidos, morenos o castaños . Su propia condición nunca es un impedimento para ellos para llegar a ser fuertes.77. No tienen miedo a compartir y a dar.78. No tienen miedo a pedir y a recibir.79. No se obligan a ser felices.80. Tienen metas muy altas pero también muy flexibles y readaptables.81. Conocen muy bien sus fortalezas psicológicas y las utilizan de manera efectiva en sus vidas.82. No tienen envidia porque saben que es una pérdida de tiempo, energía y les vuelve más débiles.83. Saben pedir perdón cuando es necesario.84. Perdonan.85. Se perdonan.

1. Las personas fuertes no tienen miedo a triunfar (porque saben que tener éxito es mucho más que conseguir cosas, metas, dinero o estatus).
Cantando lluvia
A veces la gente llora. No porque sean débiles, sino porque llevan mucho tiempo siendo fuertes.

sábado, 10 de octubre de 2015

CÓMO APRENDER A DISFRUTAR LA VIDA (EN VEZ DE ACUMULAR EXPERIENCIAS COMPULSIVAMENTE)

experiencias felicidad
Tienes que viajar, tienes que gustarte muchísimo viajar, tienes que tener vivencias alucinantes, tienes que hacer fotos increíbles de sitios increíbles, tienes que tener muchos hobbies, tienes que hacer una carrera de 10 kilómetros y luego un triple Ironman (como mínimo), tienes que aprovechar al 100% tus vacaciones y hacerlas superespeciales, tienes que salir con tus amigos como si no hubiese un mañana, tienes que hacer el camino de Santiago (y el interrail, y dar la vuelta al mundo y lo que haga falta), tienes que ir a todos los conciertos del mundo, tienes que probar todos los restaurantes del planeta, tienes que ver todas las series de moda, tienes que tener un millón de experiencias super importantes antes de cumplir los 40 y dos millones antes de morir…Sólo nombrar estos ejemplos ya se me sale la lengua fuera de tanta presión. Pues en esas estamos en la sociedad actual, en una bombardeo extenuante de obligaciones y “deberías” para que vivamos la vida al máximo, de manera divertida, original y supercalifragilisticoespialidosa, porque si no seremos unos aburridos, unos sosos y unos infelices. En Filmoterapia ya hemos hablado de la obligación que nos genera la sociedad actual para ser y estar siempre jóvenes, para enamorarse o incluso para ser felices. Dardos envenenados que nos hacen mucho daño si no los sabemos filtrar convenientemente. Y esta obligación por coleccionar experiencias compulsivamente es una fuente cada vez mayor de malestar, y que puede provocar muchas emociones negativas como ansiedad, frustración, apatía, depresión o culpa.
Vivir la vida y tener experiencias impresionantes es algo maravilloso, eso no lo vamos negar y menos en un blog en donde tenemos todo esto muy presente y donde hemos hablado del viaje como terapia , del poder de  la creatividad o de la como vivir la vida. El problema consiste en volver estas metas tan bonitas en rígidas y obligatorias, provocando un efecto inverso al buscado. Las consecuencias de esta visión distorsionada las vemos cada día más en nuestra consulta de psicología, en donde nos encontramos que mucha gente está amargada por no “vivir la vida”, estresadas , con altas frustraciones vitales, aburridas en exceso, con crisis terribles a los 30, 40 o 50 por no estar “disfrutando” la vida o con una incapacidad patológica de vivir el presente aunque estén coronando la cima del Everest
Además las redes sociales multiplican por mil este efecto al promover que compartamos compulsivamente las experiencias tan geniales que tenemos. Nos centramos en la foto del amanecer (mientras nos perdemos el amanecer)  porque queremos recompensas rápidas como likes y admiraciones automáticas por parte de los demás. Con todos estos ingredientes sólo conseguiremos llegar a ser coleccionistas compulsivos de experiencias como si de latas de un céntimo se trataran, sin darle el valor que tienen y con la codicia de tener más y más. Da igual que nos tiremos en paracaídas o que nos vayamos de viaje a la Cochinchina que nunca lo viviremos plenamente ni seremos felices, lo archivaremos en un nuestro check list con un número más y punto final.
tolle ahora presente
Si grandes vividores de experiencias como Ernest Hemingway o escritores de grandes historias como Rudyard Kipling tuviesen que analizar la cultura actual se llevarían las manos a la cabeza, incluso Indiana Jones no sabría donde meterse. Creo que todos estarían de acuerdo en algo: la incapacidad actual de vivir el presente. Tanta superficialidad, coleccionismo obsesivo, obligaciones e incluso búsqueda de aprobación provoca que mucha gente no viva el presente de su vida y no presten atención plena a esas experiencias que están teniendo.Y si no vives el presente seguramente no seas feliz, aunque hayas visitados todos los países del mundo, corrido una maratón o nadado entre delfines. Quizás la historia de Siddahrta (la maravillosa novela del premio nobel  Herman Hesse) sea la que mejor refleje el punto en donde nos encontramos hoy en día, al igual que su protagonista nos encontramos en ese momento en donde creemos que acumular experiencias es la clave de la felicidad. Os recomendamos que os leais esta historia porque también nos da las pistas sobre cuál es el verdadero ingrediente de esa felicidad: ni más ni menos que nuestro presente.

“No creo en nuestra ciencia, ni en nuestra política, ni en nuestra manera de pensar, y no comparto ni uno solo de los ideales de nuestro tiempo. Pero no carezco de fe. Creo en las leyes milenarias de la humanidad, y creo que sobrevivirán a toda la confusión de nuestra época actual… Creo que, pese a su aparente absurdo, la vida tiene un sentido” (Hermann Hesse).